El cáncer de mama es una de las enfermedades más comunes en mujeres, afectando a 1 de cada 10 a nivel mundial. El diagnóstico de esta enfermedad en mujeres jóvenes, menores de 30 años, no solo tiene implicaciones físicas, sino también sociales, emocionales y reproductivas. Afortunadamente, gracias a los avances en la medicina reproductiva, existen opciones para preservar la fertilidad antes de iniciar tratamientos oncológicos agresivos como la quimioterapia o la radioterapia, que pueden comprometer la reserva ovárica.
¿Cómo afecta el cáncer de mama a la fertilidad?
El tratamiento del cáncer de mama, que puede incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia, puede tener efectos negativos en los ovarios, reduciendo la cantidad y calidad de los óvulos. Este impacto es mayor en mujeres jóvenes que aún no han iniciado o completado su vida reproductiva. La preservación de óvulos antes de estos tratamientos es una solución eficaz para aquellas que desean tener hijos en el futuro.
Opciones para preservar la fertilidad
Congelación de óvulos: Este es el método más utilizado para mujeres jóvenes diagnosticadas con cáncer de mama. Consiste en estimular los ovarios para extraer y congelar óvulos antes de iniciar el tratamiento oncológico.
Congelación de embriones: Para aquellas pacientes que tienen una pareja estable, la fertilización in vitro (FIV) es otra opción. Los embriones resultantes se congelan para su posterior uso.