En el mundo muchas pacientes eligen la tubectomía (ligadura de trompas de falopio) como método de anticoncepción definitivo para no tener más hijos; sin embargo, alrededor del 6% al 15% reconsideran su decisión por múltiples motivos, como cambio de pareja o muerte de un hijo, y desean nuevamente un embarazo.

En estos casos una buena opción es la recanalización tubárica, que es un procedimiento quirúrgico en el cual se busca reconectar las trompas previamente amputadas o cortadas para dejarlas nuevamente permeables, restablecer la fertilidad y permitir así nuevos embarazos.

Cómo se realiza la Recanalización Tubárica

Existen dos técnicas quirúrgicas que permiten recanalizar las trompas de falopio. La primera es por Laparotomía o Cirugía Abierta, donde se realiza una incisión similar a la de una cesárea, se ingresa a la cavidad abdominal y se localizan las trompas para lograr repararlas. La otra técnica es la Laparoscópica, en la cual se realizan pequeñas incisiones en el ombligo y abdomen para lograr ingresar instrumentos que permitirán la reparación de las trompas sin necesidad de realizar heridas quirúrgicas grandes, con una recuperación más rápida.